La comunicación es la base de cualquier tipo de relación. Desde aquellos tiempos en los que nos comunicábamos a través de cartas (y podríamos irnos mucho más atrás), la comunicación ha evolucionado de una manera impresionante, expandiéndose a niveles estratosféricos.
Desde entonces, distintas herramientas, como los sms, los chats de mensajería instantánea tipo Messenger, vídeo-chats como Skype o las redes sociales como Facebook, Twitter, e incluso blogs, han aumentado y variado las posibilidades de comunicación en nuestra vida personal.
Hoy en día, las empresas han descubierto en estas redes una manera fácil, sencilla y barata de interactuar con sus clientes. Y ahora pueden establecer con ellos una relación impensable hace tan solo unos años, más directa y fácil, más accesible, lo que tiene tanto ventajas como desventajas.
Gracias al desbordante poder de Internet, la televisión y la radio ya no son únicamente aparatos, ni la prensa nos puede contar qué está sucediendo en el mundo solo a través del papel. Ahora en la red encontramos toda la oferta de las parrillas de televisión y, de hecho, podemos seguir la programación en directo desde cualquier dispositivo, escuchar nuestros programas favoritos de radio en el momento o, incluso, revivir otros, y tener al alcance de un solo clic toda la información del mundo, actualizada al momento.
En resumidas cuentas, la comunicación ha crecido, evolucionado, y se ha transformado de una y mil formas. Los antiguos formatos siguen en pie (aunque algunos estén perdiendo la batalla del uso) y los nuevos ofrecen más posibilidades que les complementan. De hecho, es prácticamente imposible encontrar a alguien que no tenga algún dispositivo desde el que comunicarse, y aquellos que permanecen aislados de herramientas como Twitter o WhatsApp son cada vez menos.
Sea cual sea tu vía preferida para comunicarte con tus clientes, ¡en CPP podemos ayudarte!