LinkedIn: más de 100 millones de usuarios en todo el mundo desde 2003.
Facebook: más de 750 millones de usuarios desde febrero de 2004.
Twitter: más de 200 millones de usuarios desde julio de 2006.
Google+: aproximadamente 20 millones de usuarios tras apenas tres semanas de vida.
Una expansión viral a través del boca a boca. El fenómeno que ha sido una revolución en el siglo XXI y el devenir de Internet, la comunicación y sus estándares: ése es el primer éxito de las redes sociales.
No son sólo las nuevas generaciones, porque a este tren se han sumado y se suman cada día usuarios de cualquier edad y condición; distintos perfiles con un ecosistema tecnológico común. Las redes no aíslan, sino que multiplican y complementan la comunicación face to face, y eso es otro éxito.
¿Qué es Internet si no un gran universo en el que compartir? Esa es la esencia de la Red y del internauta: buscar y encontrar, y compartirlo. Un concepto que las redes sociales, TODAS (aunque unas mejor que otras), han captado a la perfección. Y con esto, se suman otro punto.
Y uno más si tenemos en cuenta el nivel de fidelización de los usuarios, logrado a base de tocar el lado más emocional de las personas… Cercanía y conexión al instante.
Si añadimos un entorno y desarrollo tecnológico de las plataformas sociales muy avanzado, la adaptación y crecimiento exponencial de las redes y los usuarios a los smartphones y el afán por la innovación, el éxito se explica por sí solo.
Desde esta perspectiva podemos preguntarnos: ¿la lucha feroz de las redes sociales es por ser la primera y mejor, o por dominar el futuro (y presente) de Internet?
Leticia Del Castillo
Ejecutiva de Cuentas
Comentarios recientes