En estos momentos en que los trabajadores cada vez están más desmotivados, es muy importante que una empresa incentive a sus colaboradores, equipos y/o redes de ventas.
Los incentivos deben formularse de una manera cuidadosa para provocar una estimulación individual de los rendimientos. Debe colocarse al individuo frente a sí mismo y no contra los demás, es decir, es importante que la persona se supere a sí misma y no fomentar su lucha contra los demás.
Además, debemos tener en cuenta que estos incentivos deben estar integrados con el resto de la estrategia de la empresa, de tal manera que tenga un impacto directo en la motivación, dirección y recompensa de las redes comerciales.
Tal vez hace unos años unas buenas palabras por parte de un superior fueran suficientes para motivar a los trabajadores, pero en la actualidad esto no genera un impacto a largo plazo. Las personas esperarán un premio por sus esfuerzos, ya sea una compensación económica o algo relacionado con el disfrute de su tiempo libre, como puede ser un gran viaje.
Los incentivos de mayor éxito son aquellos que combinan el reconocimiento económico y el reconocimiento social. Por ello son tan eficaces los concursos de incentivos en las empresas. Porque provocan no sólo la integración de las personas. Para los premiados, supone también obtener la admiración de sus compañeros. Aparte de esto, la empresa conseguirá una mayor competitividad y una mayor productividad, aprovechando sus recursos existentes.
Por otra parte, para que los equipos no queden desmotivados después de finalizar el concurso, debe realizarse un seguimiento de todo el proceso para conocer lo que todavía queda por mejorar en la empresa, con vistas a seguir incentivando a los trabajadores a largo plazo.
En Centro de Producción Publicitaria realizamos una organización integral de concursos de incentivos.
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