Vivimos rodeados de publicidad. Cada día, miles de anuncios nos asaltan con el propósito de que compremos un producto o caigamos rendidos ante los novedosos servicios que una empresa ofrece. Hay publicidad en tantos sitios… que a veces la gente se siente atacada.
De ahí que sea tan importante la creatividad en este proceso: los anuncios deben ser originales, novedosos, para que los distingamos del resto, de “lo de siempre”, y podamos llegar al público de una manera diferente, regular, pero sin que se sienta bombardeado.
Además de esto, una de las mejores estrategias publicitarias es la personalización. Esta estrategia parte de una premisa muy básica: cada persona tiene unas necesidades y unos gustos distintos, a los que hay que saber adaptarse. Las empresas deben conocer a sus clientes para orientar así la publicidad hacia los mismos, y captar su interés de una forma eficiente. No tiene los mismos gustos y necesidades un niño de 8 años que su madre de 45.
La publicidad en Internet es el mejor ejemplo de personalización: al buscar algo en un buscador, el sistema “memoriza” tus búsquedas, para que, cuando visites una página, los anuncios que aparezcan en ella estén relacionados con las búsquedas que has hecho.
Además de incrementar las ventas, el hecho de que una empresa conozca a su target le sirve para establecer una cierta relación de confianza con el mismo. Mientras la empresa se muestra preocupada por los intereses de los consumidores, éstos acuden a empresas de su confianza, donde saben que van a encontrar lo que buscan de la manera en que a ellos les gusta.
Todo ello también suele ayudar a la imagen que dan las empresas: en lugar de los miles de folletos que solemos tirar y los correos que acaban con la etiqueta SPAM, el hecho de que la publicidad esté personalizada hace que seamos más receptivos y evita esa sensación de “bombardeo” publicitario.
Sea cual sea tu estrategia, la mejor idea es que contactes con nosotros, ¡en C.P.P podemos ayudarte!
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