Vivimos en la era de la tecnología, rodeados de gadgets y aparatos que aparecieron para hacernos la vida más fácil y que, en su mayoría, tienen acceso a Internet. Los más utilizados, los teléfonos inteligentes. Cada día se crean nuevas y mejoradas aplicaciones que usamos a través de nuestros Smartphones. Algunas son meramente de entretenimiento, pero otras, como WhatsApp, LinkedIn o las aplicaciones de Google, nos permiten comunicarnos con personas de todo el mundo y pueden ser útiles en nuestra vida profesional.
De todas ellas, una de las más descargadas y utilizadas es Twitter, la gran red social que permite comunicarnos en 140 caracteres. Hoy en día, raro es que alguien no tenga una cuenta en esta red, donde encontramos amigos, conocidos y personas de todo el mundo. Pero también grandes empresas. No en vano, Twitter es la red social mejor posicionada para las marcas en relación con los usuarios, que las siguen tres veces más en comparación con Facebook.
A través de Twitter podemos ver el perfil de cualquier marca e interesarnos y conocer más sobre ella y sus productos y servicios, pero también ponernos en contacto con ella para reportar un error o pedir ayuda. En este caso, cuanto más rápida y educada sea la respuesta, su posicionamiento en la mente de sus clientes será mejor, y mayor será, por tanto, la fidelidad cliente-marca. Twitter se ha convertido en todo un escaparate publicitario para las marcas. Tanto es así, que el 57% de las empresas incluye esta red en su estrategia de Social Media: hasta un 81% entiende la gran influencia que pueden tener las redes sociales en su reputación e imagen. Para hacernos una idea, hasta un 58% de las empresas admite que les han ayudado a aumentar sus ventas.
Twitter, Facebook y otras redes sociales proporcionan a las marcas las últimas herramientas para ampliar su target, darse a conocer y expandirse, y eso es algo que ninguna empresa debería pasar por alto.
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