Lejos de pretender quitar importancia al medio por el que se comunica el mensaje publicitario, queremos centrarnos un instante en el mensaje en sí mismo para analizar algunas de sus capacidades por lo general algo desaprovechadas.
El público, bombardeado diariamente con un número extenuante de anuncios a través de medios convencionales y no convencionales, a menudo reacciona de manera contraria a la deseada por las empresas que invierten en Publicidad, respondiendo a los mensajes con desinterés y desconfianza.
Por ello, en nuestra constante búsqueda de innovación, nos paramos a profundizar en una cualidad de la comunicación publicitaria con mucho potencial para su mejor percepción: su efecto sinestésico.
La sinestesia es el fenómeno mediante el cual podemos experimentar sensaciones en uno de nuestros sentidos mediante la estimulación de otro. Las campañas que pretenden crear experiencias y evocar emociones en el consumidor son las propias del Marketing sensorial. Entenderéis a lo que nos referimos si, por ejemplo, alguna vez habéis pasado por delante de una panadería de la salía un delicioso olor que enseguida os transportó años atrás, a casa de vuestra abuela que cocinaba aquel riquísimo pan casero con un olor tan similar. O quizás hayáis entrado en alguna tienda en la que lo primero que hayáis oído haya sido la delicada caída del agua de una pequeña fuente oriental, que sobre la marcha los ha abstraído y trasladado a un paisaje exótico y relajante. También nos sirve como ejemplo ese cartel tan colorido de la agencia de viajes de vuestro barrio que ha conseguido que os venga a la cabeza esa melodía tropical tan veraniega.
En otras palabras, apostamos por el factor experiencia como ingrediente fundamental en la comunicación publicitaria eficaz.
Un anuncio que no sólo se limita a transmitir información y a llamar la atención del target, sino que busca hacerle sentir, establecerá una nueva forma de interacción con el consumidor, logrando permanecer en su recuerdo por más tiempo (o por lo menos no resultar indiferente) a través del establecimiento de un vínculo emocional.
Así, consideramos que en cada mensaje comunicativo (desde la creación de un logo, la edición de una revista corporativa, el montaje de stands de eventos, hasta la producción de una cuña publicitaria) se tendrían que incluir elementos que creen, en mayor o menor medida, experiencia y sensaciones, para así marcar la diferencia. Hablamos, en definitiva, de ser meticulosos con los colores, los símbolos, las melodías, los olores y los sabores, y de no tener miedo de arriesgar.
En CPP trabajamos cada día por establecer nuevas y eficaces formas de interacción entre nuestros clientes y su público. ¡No dudes en ponerte en contacto con nosotros!