Sus hábitos de compra han cambiado, así como su manera de percibir las marcas. Las técnicas de persuasión tradicionales ya no le seducen, y exige que le presten atención.
Hablamos del nuevo consumidor, más crítico, que plantea nuevos retos a nivel de comunicación.
1. En primer lugar, a causa de las posibilidades que ofrecen los dispositivos móviles, el nuevo consumidor ha adquirido un nuevo comportamiento “pre-compra”. Utiliza su dispositivo móvil para buscar información sobre los productos a la hora de comprar y dispone de numerosos instrumentos para que sus compras sean mucho más inteligentes y menos compulsivas. El nuevo consumidor tiene muchas más facilidades para acceder a la información referente a productos y servicios y para comparar opciones a través de las páginas web corporativas o mediante comentarios de otros consumidores.
Con todo esto aparecen nuevas tendencias -como el showrooming, que consiste en examinar y probar un producto en la tienda para después terminar adquiriéndolo en Internet-, y se espera de las empresas nuevas medidas: que cuiden las experiencia de sus consumidores (pues es clave en la reputación online y offline de una marca) y su identidad virtual, que tiene estar actualizada y unificada en todas las plataformas.
2. La configuración de la identidad corporativa debe llevarse a cabo prestando atención a las expectativas del nuevo consumidor que, desencantado con la época de crisis financiera y medioambiental, valora de especial forma que las empresas sean socialmente responsables. Las iniciativas sociales y su correspondiente comunicación son imprescindibles para el mantenimiento de una adecuada imagen corporativa.
3. El auge de los dispositivos móviles como instrumentos de consulta previa a la compra ha derivado en el detrimento de la comunicación masiva a favor de la comunicación “one-to-one”. El nuevo cliente, por medio de los nuevos canales de comunicación, reclama una comunicación personalizada y bidireccional.
Las empresas definitivamente han tenido que aprender a estar presentes en los nuevos canales de comunicación, para informar de sus productos, promociones, y reforzar la atención al cliente. Este nuevo perfil de consumidor exige ser tenido en cuenta. Sus opiniones han de ser una guía en la toma de decisiones de la empresa. Así, Internet se convierte en una herramienta para prestar atención al consumidor y recopilar datos sobre la percepción que se tiene de un producto o de una empresa. Las redes sociales, Apps, emails, blogs o microblogs son excelentes opciones para saber qué pasa por la cabeza de este nuevo público.
4. El nuevo consumidor aprecia otro tipo de atenciones por parte de las marcas que le demuestren que es tenido en cuenta. El cliente cuida cada vez más su bolsillo, a la vez que no compra cualquier cosa: pretende invertir correctamente en productos que le satisfagan. Se guía a menudo por promociones y busca las mejores opciones en relación calidad-precio. Tiene acceso inmediato a todo tipo de información y múltiples opciones entre las que elegir, así que busca soluciones a su medida. Por ello, requiere que las empresas le escuchen y adapten su oferta.
5. Este nuevo perfil de consumidor también exige innovación. Es un público expuesto a una saturante cantidad de anuncios diarios, que desconfía de la publicidad y que conoce el backstage del marketing. Por ello, limitarse a comunicar ya no es suficiente; ahora hay que dar especial prioridad a la creatividad para destacar y hacerse oír.
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