Me preguntaba un amigo el otro día, qué medidas tomaría yo, si España fuera mi empresa. Y a vuela pluma, a “bote pronto” le contestaba: “Nos pasamos el día y las legislaturas “mareando la perdiz” y creo que lo que hay que hacer es coger el toro por los cuernos.
Algo que parece que está prohibido o en vías de prohibición. Sin agotar las decisiones a tomar, muchos empresarios estamos de acuerdo en algunas medidas básicas, como:
1.- La reducción drástica de gastos improductivos y costes innecesarios, y optimización de los recursos.
- Desaparición de subvenciones a sindicatos, Cámaras de Comercio, CEOE, etc.
- Reducción de coches y teléfonos móvil en la Administración.
- Desaparición de subvenciones a las distintas religiones. Si alguna cumple una función social, que se le pague por sus servicios.
- Desaparición del Senado y de sus pinganillos adheridos.
- Desaparición de Tribunales de Cuentas, Consejos Económicos y Defensores del Pueblo en cada Autonomía.
- Desaparición de las Diputaciones y Ayuntamientos con menos de 300 habitantes.
- Desaparición de las Cajas de Ahorro y su reconversión en Bancos responsables y transparentes, con consejos de administración y accionistas.
- Privatización de las televisiones regionales y de los entes públicos que proliferan como setas.
- Copago en la Seguridad Social en función de la declaración de la renta.
- Limitación de 5 años a los estudios universitarios con el único pago de la matrícula.
- Libertad de construcción, sin diferenciar zonas rústicas de urbanizables (fuente de todas las especulaciones y corrupciones).
- Incremento de becas y préstamos a los estudiantes.
- Desaparición de privilegios y fueros obsoletos
2.- Reformas laborales:
- Reducción del seguro del paro a un año, desincentivando el no trabajo.
- Incentivación del trabajo en casa y de los horarios de 8 a 14 horas (6 horas).
- Jubilación en función de los años cotizados y voluntaria con más de 40 años cotizados.
- Libertad de rescisión de contratos laborales con indemnización de 10 días por año trabajado.
- Incentivación a la incorporación de los jóvenes al mundo laboral, con exenciones de cuotas de Seguridad Social.
- Desaparición de los contratos temporales, por obra, etc. Todos contratos indefinidos o contratos a secas.
- Unificación del Régimen de Autónomos y Régimen General.
- Desaparición convenios colectivos.
3.- Búsqueda de nuevos clientes y medios para conseguirlos:
- Objetivo: más cotizantes a la Seguridad Social.
- Implantación de una política fiscal única, para que la competencia sea leal.
- Reducción de las cuotas S. Social a las empresas, por nuevas contrataciones.
- Desaparición de las limitaciones a la libertad de horarios en el comercio.
- Prioridad y preocupación por la formación y el trabajo, antes que por el paro y las jubilaciones.
- Innovación y uso de las nuevas tecnologías.
- Política financiera clara y responsable, con cobros y pagos en tiempos no superiores a 60 días, empezando por la Administración, Ayuntamientos, etc.
- Reducción de endeudamientos.
- Reducción del reparto de beneficios en las empresas, para capitalizarlas y poder emprender nuevos proyectos.
- Creatividad, huyendo de ideas preconcebidas y de las “recetas de la abuela”. Como decía Einstein “no pretendamos que las cosas cambien si siempre hacemos lo mismo”.
4.- La reducción de departamentos, o lo que es lo mismo, la restructuración de las Autonomías, lo dejamos para el siguiente post…
“Porque hasta el rabo, todo es toro”.
Javier Pedrosa Galán